miércoles, 24 de febrero de 2016

BOLITAS DE CHOCO-PLÁTANO

Poco más puedo añadir porque el título ya casi lo dice todo. Y es que hoy os traigo una receta muy sencilla que sirve tanto para quitaros antojo de algo dulce como para dar salida a ese plátano demasiado maduro que no sabéis qué hacer con él.

Normalmente esos plátanos los uso para batidos, pero en días de riguroso invierno lo último que apetece es tomarse algo fresquito. Como nota curiosa os diré que los plátanos los tomo de cualquier manera excepto tal cual. Como lo oís. Me gusta su sabor, pero la textura me resulta demasiado pastosa y siempre estoy ideando formas para incluirlo en mis recetas, triturado por supuesto.

Pues vamos al lío. Sólo necesitamos 3 ingredientes: un plátano, cacao puro en polvo desgrasado (yo uso el de la marca valor) y copos de avena. Para decorar coco rallado si quereis, le da un toque muy rico.

- Lo primero es machacar el plátano, al estar maduro será blandurrio así que con un tenedor mismo lo podéis hacer. 
- Añadir una cucharada del cacao y mezclar. Como es una fruta dulce no necesitamos agregar edulcorante, aunque probar la masa por si acaso vuestro palador lo requiere.
- Incorporar copos de avena poco a poco, removiendo bien, hasta que obtenga una consistencia con la que podamos manejar la masa con las manos.
- Hacer bolitas y rebozarlas con coco rallado.

Yo las metí en el frigorífico unos minutos para que se compactaran un poco más. Como véis es muy rápido y fácil de hacer. Tardamos casi lo mismo en prepararlas que en merendarlas, aunque también puede servir como desayuno o como postre, vosotros decidis.

Espero que os animéis a probarlas y si lo hacéis decirme qué os parecen!!

domingo, 21 de febrero de 2016

LA GRAN APUESTA

SINOPSIS: Cuando cuatro tipos fuera del sistema descubren que los grandes bancos, los medios de comunicación y el gobierno se niegan a reconocer el colapso de la economía, tienen una idea: "La Gran Apuesta"… pero sus inversiones de riesgo les conducen al lado oscuro de la banca moderna, donde deben poner en duda todo y a todos... Adaptación del libro “La gran apuesta” de Michael Lewis, que reflexiona sobre la quiebra del sector inmobiliario norteamericano que originó la crisis económica mundial en 2008.

Esta cinta cuenta con cinco nominaciones a los Oscars: mejor película, mejor director (Adam McKay), mejor actor de reparto (Christian Bale), mejor guión adaptado y mejor montaje.

La Gran Apuesta muestra el desarrollo de la crisis financiera, intentando definir los términos económicos para todos los públicos, con comparaciones al blackjack o a la comida de un restaurante explicadas por famosos, para que veamos que si ellos son capaces de entenderlo no vamos a ser nosotros menos. Si terminó harto de oir hablar de la prima de riesgo y las hipotecas basuras, esta película va mucho más allá.

De hecho, resulta densa e intensa. Dos horas de diálogos ininterrumpidos con una gran cantidad de conceptos económicos que a duras penas comprendemos. Por momentos parecía más un documental y estoy segura de que más de uno se ha llevado una decepción al encontrarse con algo muy distinto de lo que esperaba.

Cuenta con un reparto envidiable que, dicho sea de paso, habrá servido de gancho para el éxito cosechado en la recaudación. Comenzando por un Christian Bale inmenso, el chico de moda Ryan Gosling haciendo de narrador, un sorprendente Steve Carrell y Brad Pitt con un pequeño papel pero que se reserva momentos gloriosos como la frase de "cada vez que el paro sube, mueren miles de personas" (sin duda el más ético de los personajes).

Muestra lo que sucedió a través de las historias de tres grupos de protagonistas basados en personajes reales. Ellos nos mostrarán el lado más oscuro del sistema bancario, en el que todos intentan sacar tajada del caos y la desgracia ajenos.

Montaje vertiginoso con numerosos recursos, como la sobreimpresión de citas más o menos famosas, para retratar con humor las escenas. También usan flashes de imágenes reales que sirven para representar la situación a la perfección.

Mención aparte merece el uso de la rotura de la cuarta pared. Explico este término: la cuarta pared es el muro invisible que separa a los actores de los espectadores, y la rotura se produce hablándonos de tú a tú, dirigiéndose a nosotros directamente. En este caso es de agradecer, ya que nos hablan con una franqueza que jamás han usado los bancos.

Hay quien dice que estamos ante una copia de "El lobo de Wall Street" pero a mi me parece que no tiene nada que ver, a excepción de la aparición de la actriz Margot Robbie en ambas.

También la catalogan como comedia, pero es un drama. Y de los duros, porque nos encontramos ante la explicación del enorme fraude que orquestaron ante nuestras narices y la posibilidad de que el desastre vuelva a repetirse. Nos enfrentan a la cruda realidad de que, los pocos que lo vieron, se aprovecharon de la situación en lugar de intentar arreglarla.

Es paradójico que, el primero que lo advirtió, tuviese tan sólo un ojo. Hicieron una cosa tan sencilla y poco común como observar. Reza el refranero popular que no hay más ciego que el que no quiere ver. Desde luego es un film desesperanzador y no todos quieren oir la verdad. Es uno de los mensajes que podemos ver durante la cinta:

"La verdad es como la poesía...y a casi nadie le gusta la poesía".