sábado, 19 de junio de 2010

Un domingo cualquiera

Érase una vez una niña llamada Elenita, que después de toda la semana estudiando decidió acercarse a ver a su abuelita, que vivía en el bosque, y llevarla la merienda.
La gente la advirtió de que tuviese mucho cuidado, pues en ese bosque había un lobo, pero ella siempre iba a su bola y no hizo caso: fue brincando entre los árboles y canturreando que iba a casa de su abuelita...el lobo estaba escondido y la oyó, así que se fue hacia la casa, entró, y como la abuelita había salido al bingo, se puso uno de sus trajes para hacerse pasar por ella.
Cuando Elenita llegó, llamó a la puerta y el lobo contestó:
- Pasa hija, pasa.
Elenita entró, y al ver al lobo dijo:
- Abuelita, qué desmejorada estás....¡¡deberías ir más a menudo a la pelu y depilarte un poco...!!! (la niña se había dejado las gafas en casa). Pero no te preocupes, porque llevo una epilady en el bolso y ¡ahora mismo te pongo guapetona!.
El lobo, según oyó el ruido infernal que salía de aquél aparato acercándose, como acababan de contarle que la epilady no se podía usar en la cara, dió un aullido y salió huyendo de allí...
Cuando la abuelita llegó a casa y se enteró de lo ocurrido, se indignó muchísimo porque su nieta la había confundido con un lobo, pero como estaba contenta porque había cantado línea, la dejó quedarse, aunque se comió ella toda la merienda.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
                                                                                                                                       by Diego

...¡¡¡¡Y esto es lo que pasa cuando le pides a un chico que te cuente un cuento!!!!

miércoles, 16 de junio de 2010

domingo, 13 de junio de 2010

mermelada de cerezas

En mi intento por comer sano y aumentar mi ingesta diaria de fruta, la semana pasada compré una caja de 2 kilos de cerezas con una pinta tremenda, pero a los pocos días me di cuenta de que mucho teníamos que cambiar nuestros hábitos de golpe para comernoslas entre los dos antes de que se estropearan, teniendo en cuenta que me emocioné y había llenado el frigo de fruta... por eso, cuando la otra mañana mi costilla me dijo que se había quedado sin mermelada, me dije: "tate, pues lo mismo puedo matar dos pájaros de un tiro". Así que me puse a brujulear distintas recetas, ya que nunca me había atrevido con una cosa de estas, y juntando varias he hecho una mermelada de cereza que ha quedado riquísima, ¡¡aparte de que me encanta el color brillante que tiene!! Esta mañana la hemos estrenado untada en tostadas con mantequilla, pero pensamos sacarla partido también con yogures y con una tarta de queso que haré próximamente,jejeje.
Ingredientes: un kilo de cerezas, 250 gramos de azúcar y el zumo de un limón.

Preparación: lo más rollo es limpiar las cerezas, porque hay que quitarlas el hueso, pero entre dos personas y con estas cantidades no se tarda mucho, así es que camelar a alguien para que os ayude y luego a cambio le dais un poquito de mermelada, ¿no? Cuando ya estén limpias, sin huesos ni rabitos, las mezclais con el zumo del limón, y en un cuenco de barro poneis la mitad del azúcar, las cerezas, y el resto del azúcar por encima, lo tapáis y lo dejais reposar en el frigo unas 24 horas. Pasado este tiempo, se tritura con la batidora, se vuelca en una cazuela y se cuece a fuego medio- bajo hasta que tenga la textura de mermelada (yo lo tuve unos 30 minutos), removiendo de vez en cuando para que no se os pegue.

Ya sólo os queda el envasado: meter la mermelada aún caliente en un tarro bien limpio (a mi me ha dado para dos), cerrarlo bien y ponerlo boca abajo, para que haga el vacío. ¡¡¡Ya lo tenéis listo para comer!!!