Al margen de palabrerías, es cierto que estos manjares tienen buenas propiedades y no está de más incorporarlas a nuestra dieta (entiéndase por dieta el régimen alimenticio de cada uno). Mi último descubrimiento son las BAYAS DE GOJI, que se pusieron muy de moda hace unos 3 años y generaron mucha controversia. Pasado el boom por las redes sociales, el tema se ha relajado y me he animado a probar por mi misma sus fantásticos efectos.
BENEFICIOS:
Alto contenido en componentes con propiedades antioxidantes que retrasan el envejecimiento celular. Estos agentes también ayudan a prevenir el cáncer y enfermedades del corazón, fortalecen el sistema inmunológico y reducen el colesterol.
Mejoran la vista al contener
- Vitamina A, que ayuda a mejorar la agudeza visual.
- Flavonoides antioxidantes: protegen de los daños de los rayos ultravioletas, bloquean la progresión de las cataratas, etc.
Protegen el corazón
- Licopeno: la sustancia que las da el color rojizo, protege el sistema cardiovascular.
También tienen propiedades hipotensoras.
Refuerzan el sistema inmunitario
Previenen enfermedades infecciosas, contienen zinc que mejora las defensas, carotenos y vitamina C.
Mejoran el buen humor gracias a la vitamina B tan importante para el cerebro, la tiamina para el sistema nervioso, los monosacáridos y polisacáridos que dan energía...
Al ser ricas en fibra, minerales y vitaminas, ayudan a adelgazar.
CONTRAINDICACIONES
No hay que olvidar que existen ciertas contraindicaciones que debemos tener en cuenta antes de consumir estas bayas. Ante cualquier duda, siempre es mejor consultar con un especialista y evitar riesgos innecesarios.
- Interacciones con otras hierbas y medicamentos, como son los anticoagulantes, algunos para la diabetes y los que controlan la presión arterial.
- Pueden tener problemas si las consumen aquellos que sufran alergia al polen.
- No se recomienda durante el embarazo y la lactancia, ya que contiene betaína.
- Algunos estudios determinaron un elevado grado de pesticidas en varios mercados. Sanidad tomó cartas en el asunto y en la actualidad no debería haber problemas de este tipo, aunque nunca está de más comprobar de dónde procede lo que comemos.
OPINIÓN
Dejaré al margen el si a 4000 metros de altitud es posible un cultivo tan extenso para abastecer de bayas los mercados de medio mundo. O si los ancianos del Tibet llegan a los 130 años sin achaques. Soy de la opinión de que ningún producto por sí mismo va a obrar milagros en nuestro cuerpo, se trata de vivir de una manera equilibrada y juiciosa.
yogur, fresas, bayas y cacao |
Lo que es seguro es que no me han provocado ningún mal, y su sabor sin duda me gusta: son dulces y con una textura que recuerda a las pasas. Las bayas de goji las venden en casi cualquier supermercado, y podemos encontrarlas deshidratadas principalmente.
En cuanto a cómo incorporarlas a nuestra dieta, yo las uso como si fueran frutos secos, pueden acompañar nuestras ensaladas, los yogures... ¡imaginación al poder!
ensalada de espinacas, fruta, queso, olivas negras y bayas |